Escuchando a Steely Dan recuerdo que la nostalgia es un sentimiento que no podré abandonar. Asi como las musas que inspiran, la nostalgia permanece y juega a la ilusión de un porvenir. Algo distinto. Se vuelve preocupante cuando la felicidad se vuelve promesa fallida.
Son piezas impecables. El jazz no tiene una fórmula precisa, SD ha hecho una única, eso lo hace más especial. Coros y melodías pegadizas. A finales de 1977 tengo un encuentro con el Jazz del decenio posterior. Es interesante cómo a veces busco figuras musicales del pasado. Las posibles influencias. O el influjo que ha tenido en otras obras. La música debe ser contemplada no desde el régimen de propiedad privada, sino como el legado que la humanidad ha dejado y está compartiendo para la posteridad. Los archivos musicales son baluarte de la humanidad. Nos dan cuenta de la tecnología implementada, las preocupaciones de grupos sociales, los procesos de grabación, las técnicas y teorías musicales implementadas, las tendencias y gustos musicales existentes, influencias y grupos simbólicos predominantes-dominados, entre otros detalles.
Indudablemente nosotros los auditivos buscamos establecer paramétros de comparación para poder explicar en nuestros términos gustos musicales y las expectativas que tenemos acerca de la música.
No es cosa simple la creación musical. Es muy simple en ocasiones desechar lo que alguien tanto tiempo a buscado edificar, una melodía, una armonía, el conjunción de 4 o cinco instrumentos, todo ello fruto a veces de la esponteidad, la rítmica, el conocimiento musical, la creativdad y un notable componente de determinación.
Lo que hace esto más interesante es cómo los seres humanos nos entregamos a un ritual musical. Tan elemental y básico como nuestra creativdad. La creación de sonidos es siempre comparable con la pintura, la literatura o incluso la cultura. Por lo que nuestra música es panorámica de nuesrta cultura.